Ironías de la vida

Ustedes no están para saberlo pero... a mí me da la gana contarlo, jejeje, que desde que Michelle nació tiene un horario totalmente volteado a lo normal... Recuerdo que se despertaba por ahí de las 12 o 1 de la mañana y la bendita se ponía a hacer ruiditos, o llorar, o querer comer o algo, algo se le ocurría en su mente maquiavélica de bebé, jajaja, para hacer a sus padres amanecer con cara de condenados...

En fin, que cuando bebé nos mudamos de la primera casa en que vivimos mi marido y yo (en un segundo piso) a otra, donde estábamos solitos y así no molestar a nadie... Pero duramos ahí 6 meses... De ahí desde entonces hemos vivido en segundo piso, es decir, siempre ha habido una pobre víctima de mi hija (lo tengo que reconocer, es una lata la mujer)...

Primero fue en unos edificios que a mi parecer eran demasiado 'nice' (o así se sentía la gente de ahí, pero afortunadamente la persona de abajo era anciana, y quizá sorda, porque nunca reclamó, jejeje...

La segunda casa fue a un lugar donde los que nos rentaban vivía abajo, así que aunque mi hija tenía la costumbre de ponerse a practicar sus habilidades motrices (leáse correr) a las 2 de la mañana pues ya qué, ni modo que nos corrieran, ¿verdad?

Por último, los vecinos de abajo, eran una pareja que primero, la señora estaba embarazada cuando llegamos, luego, obvio, tuvo a su bebé... Pues bien, nosotros vamos para un año y ellos... ya no están... :( Temo que los corrimos... Ups... Fue sin querer queriendo, pero sí, fue la época más ruidosa de mi hija...

Y ahora, ya que por fin, por fin cae temprano, nos tocan unos solteros fiesteros empedernidos que hasta eso, no hacen tanto ruido, pero con los cuales si mi hija corriera como desquiciada no pasaría nada, jajaja, no les digo... Y a mí que no me gusta afectar a la gente... :( Así es la vida..