martes, julio 18, 2006

Nostalgias

Desde el domingo he estado pensando en mi ciudad natal. Digo, yo sé que no es la ciudad más avanzada y moderna de las que he estado, pero hay cosas que en ningún lado puedo encontrar igual (aunque algunos digan que sí, no es lo mismo, ni el mismo sentir, ni el mismo sabor, olor, nada).

Por ejemplo, las gorditas (o pellizcadas) que vendían a dos cuadras de mi casa. El ir y sentarse en los portales y ver la vida pasar... con toda tranquilidad... Ver a lo lejos el volcán del Popocatépel ergirse orgulloso con el cielo azul como fondo. Pasear por el centro aunque en realidad no haya nada que ver. Visitar a los amigos que desde hace tiempo no se ha visto. Comer mariscos. Ir por pan calientito de mi panadería favorita. Comer comida de mi casa. Caminar por la mañana e ir por un pambazo con todos sus ingredientes.

¿Quién puede sustituir eso? Ni aunque en esta ciudad haya cosas 'parecidas' o, como 'blasfeman' por ahí, mejores, podrían sustituir esas cosas que son más bien parte de mi vida y mis recuerdos y son mejores a mi vista que quizá en la realidad.

2 comentarios:

*-*Kuty dijo...

nunca se tiene suficiente sabor de hogar :( yo extraño los desayunos de mi abuelita, el que me cocinaran (y yo no tuviera que mover un dedo, también lo consentida extraño) el regresar de la escuela caminando y que no se oyera nada mas que las ollas express de las casas por las que iba pasando.. la paz..

pero bueno ahora tenemos otras cosas muy buenas también :) eso es lo bueno!

Karina Velazquez dijo...

Sí, eso es muy cierto, aunque me hace falta una visita para allá para recargar batería, dijéramos, onda Scarlett O'Hara (la de "Lo que el viento se llevó" y su Tara.