Cosas de la vida...
Pareciera que hoy en día está 'de moda' que todo mundo para explicar por qué algo no salió bien invente algún pretexto creativísimo o, al contrario, parezca contrito y arrepentido y dispuesto a cambiar, pero... de labios para afuera...
En el primer caso, no falla la persona que no le importa decir una gigantesca y grandiosa mentira con tal de salir del paso... No le es posible decir 'no calculé el tiempo y llegué tarde', 'no hice tal cosa porque se me olvidó', es decir, lo que realmente pasó y después ofrecer una disculpa SINCERA.
En el otro caso, son las personas que dicen 'oh, perdóname, pero qué bueno que me dices, así podré corregir eso que estaba haciendo y que está mal, muuuy mal'. ¿Se nota dónde está el truco? Consiste en que estás exagerando el ofrecimiento de disculpas con tal de quitarte de encima a la persona que te pide x o y cosa, así sea algo justo y real... Pero en realidad, no vas a hacer nada al respecto. No te importa. Es decir, el conocido 'avión' aquí en México... Te mandan lejos, en pocas palabras...
Claro, luego de un tiempo de que dijiste a estas personas tal o cual cosa, simplemente se nota en que te dieron el avión en que vuelven a repetir lo que les pediste de buena manera que dejaran de hacer... Aunque lo que dijiste tuviera como intención mejorar la relación personal, de trabajo, de jefe a subordinado, de subordinado a jefe (sí, también se vale que los subordinados podemos pedir x cosas cuando son adecuadas y justas)...
Al final, lo curioso es que este tipo de cosas siempre se descubre...
Creo que lo mejor en estos casos es ir sacando de tu vida a la gente que no sabe cumplir, que prefiere ser mediocre y seguir su mismo caminito de errores que tratar de ver el punto de vista de alguien más... Quién sabe, quizá algo bueno les trajera, pero qué pena que no les sea posible ver más allá de su mundo de papel...
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