Casi siempre creo en que, en general, la gente no busca dañarte de buenas a primeras. Quiero creerlo sobre todo por mi paz mental, porque eso de estar esperando que alguien te haga daño yo creo que sí se puede convertir en algo desgastante.
Pero de repente me encuentro cada especimen de ser humano que, caray, cómo me hacen dudar de esa creencia.
Primer caso: voy a hacer mis compras a centro comercial cercano. Salgo y oh, cielos, Leo da señas inequívocas de que mató al pañal (y fue masacre). Corro al baño del lugar y la tabla para cambiar bebés (sí, aunque usted no lo crea, era una tabla con bisagras) ni siquiera se sostiene. Dudo entre cambiarlo en una banquita con su cobija abajo o buscar otro baño (eso debido a la urgencia y desesperación de Leo que ya tenía cara de garapiñado). Bueno, decido buscar un baño corriendo. Llego al área de comida del lugar, pero como están limpiando el piso ¡no me dejan pasar! Le explico a la señora que normalmente no tendría problema en esperar, pero no es por mí, es por el bebé. Y aún así, se niega.
Caso número 2. Como me parece que en este caso faltó mucho, pero mucho criterio para elegir entre una persona que necesita un servicio y tener limpio un piso, busco dónde decirles (y en verdad, pensaba únicamente decirles, ni gritar o algo parecido) que de plano no sean tan CERRADOS en su criterio, pregunto a un policía dónde está la gerencia, me cuestiona para qué (o sea, así o más metiche) le explico y me sale que 'son procedimientos'.
Caso número 3. El dependiente nocturno de un Oxxo. Con Leo en carriola, Michelle pidiendo-exigiendo un dulce, bolsa de compras, a las prisas porque parecía que iba a llover, entro en el lugar y busco algo para cenar (digo, aprovechando que estoy ahí) y le compro el consabido dulce a Michelle (porque se lo había prometido mucho antes, y claro, no se le olvida). Me acerco a la caja y recuerdo ¡la leche! Le digo al dependiente: 'Cielos, se me olvidó la leche, me permite un momento' y me dice con tono de fastido 'Okey, pero rapidito o le cierro la cuenta'. Yo acá entre que estoy en la locura con los niños y ya me quiero ir primero no me percaté de su tonito, pero luego sí. Me pregunto si reclamarle o no, pero en vista de mis prisas mejor me voy.
¿Qué será? ¿Se juntó Urano con Neptuno y todos estaban de malas o en plan de que nada que pudiera yo pedir o necesitar se me iba a conceder? Digo, si les estuviera pidiendo algo imposible, pero ¿usar un baño?, ¿poder dar una sugerencia libremente?, ¿que me espere los larguíiisimos 10 segundos entre ir por una cosa y regresar? En fin, que de plano no sé, a lo mejor no fue mi día o quizá deba de cambiar mi idea de que fundamentalmente la gente es buena onda y esperar lo peor o qué.
Y si lo escribo es porque en cierta forma siquiera me sirve de catarsis.
2 comentarios:
Jajaja, y dispensa que me ria Kary, pero es porque me suena muy familiar.
Ay Kary no quiero romperte tu ideología, pero en este mundo hay gente que hasta pareciera que goza con ser taaaaaaan poco cortés.
Y más bien no le eches la culpa a los pobres planetas, la gente ya es así.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en, que pensar que alguien te quiere fastidiar la vida es desgastante.
Lo que yo te sugiero es hacerte a la idea de que más de una, diez o 100 veces te encontrarás con personas así de... mmm... "mala copa" diría una amiga. :-P
Desgracidamente ESA gente se levanta DIARIO de malas y se desquita con el prójimo (nosotros, jeje)
Y CLARO que escribirlo sirve de catarsis. Bien hecho por tí.
Saludos.
P.D. Un té de tila y unos chiquiadores son la opción
No te preocupes, yo sé que da entre risa y ganas de pegarle a alguien lo "linda" que puede ser la gente a veces...
Y pues sí, es cierto, parece que hay personas a las que tratar a los demás como ganado, prácticamente, se les hace un lindo deporte...
La culpa a los pobres planetas, jajaja, me encantó la frase... :)
Y sí, como decía, más bien cuando salgo a la calle salgo sin estar (como he visto gente) con la idea constante de que, si pago con billete, se van a querer quedar con el cambio, si en algo me pueden estafar, me estafarán, si pido algo, me van a contestar con una negativa, y así porque... cielos, ¡qué vida sería esa!, ¿no? Lo malo que te encuentras con gente así y realmente, ¿hay defensa? ¿Aparte de reclamarles o mandarlos lejos? En fin...
Y pues sí, creo que voy a aplicar una regla que leí por ahí, la regla del 10, aunque un poco modificada: 10 por ciento de las veces te encontrarás gente maldita, entonces, pensar que esa gente es tu 10 por ciento y resolver (desde antes) cómo quieres reaccionar... Yo lo que quiero es aprender a reaccionar a) sin que me afecte en exceso, b) con la respuesta más exacta, sin necesidad de insultos o algo así, c) sin convertirme yo en ese 10 por ciento de gente con alguien más...
Pero sí, creo que también optará por comprarme al menos el té de tila, jajajaja... :) Los chiquiadores, um, ¿dónde podré encontrar eso? Jajaja, saludos.
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