Un paseo 'ultra-fast'

Esta semana he tenido que hacer lo que casi no hago: salir de la casa para cosas distintas a llevar a Michelle a la escuela.

Ahora me tuve que lanzar varias veces en la semana por despensa (ya que no la puedo cargar toda y a causa de mi prodigiosa memoria -sí, tipo Alzheimer-).

Y como ya no estoy tan bruja (gracias a mi extra-puntual empleador ¡que me desembrujó antes de la fecha que había dicho, gracias, gracias!) pues ya pudimos salir a comprar las cosas que necesitábamos (sí, comida, jajaja, ¿qué, creían que me fui por un vestido nuevo y chucherías?).

Peeero... resulta que a la sope de mí se me olvidó que tenía mascotas... Así que tuve que volver dos veces más a la tienda, una por comida de Spotty (pobrecita, de veras que anduvo a dieta un par de veces) y otra por arena de Calvin, mi gato ermitaño... Así que dos viajes con niños y toda la cosa a la tienda...

Hoy tuve que ir una cuaaaarta vez porque en la escuela tuvieron la ocurrencia de que para hacerle el festival a Michelle debía de ir 'disfrazada' de 'mexicana' (pantalón de mezclilla, camisa blanca, moño tricolor en el cuello) y con 'comida mexicana': tacos dorados, agua de sabor (probablemente los tacos y el moño y el pantalón, la camisa, en fin, toooodo lo hacen en China, jajaja, pero qué mexicanos los niños). Iba a ir yo sola ayer por la noche, ya que llegó temprano mi mareado, pero zas, que se cae el cielo (sí, parecía el segundo diluvio universal, bendita temporadita de huracanes).

Así que a las 7:30 de la madrugada (para mí madrugada, pues me dormí a las 2) me tuve que parar corriendo, vestir niña, envolver niño en cobija cual tamal, y vámonos... A casi abrir, digo, a esperar que abrieran Soriana... Lo bueno que llegó a tiempo con todo y chunches (lo único que faltó fue el moño, pero ash, todo quieren).

Ya a media mañana me fui por lo que me faltó porque ya se habían acabado varias cosas, entre ellas la fórmula de Leo... Ahí voy de nuevo... Y ¡no había fórmula! ¡#"%#&$$¡?? Soriana!

Así que me alisté psicológicamente para irme a la oootra tienda más cercana (en combi, 5 minutos)... Todo sería fácil y sencillito si no fuera porque la carriola no me la puedo llevar -está lo suficientemente lejos para que hacer eso cueste trabajo- así que a cargar niño en cangurera, así como mochila con 'lo que pueda necesitar', que consiste usualmente en: pañales, fórmula, agua para prepararla, papel sanitario para limpiar babitas y otras cosas, agua para Michelle, cobija, cambio de ropa de él, cambio de ropa de Michelle -sí, porque muy esporádicamente, pero a veces se las arregla para echar a perder la ropa, no me pregunten cómo le hace, pero lo hace-. Y eso es lo básico.

Ahora sí que Lonol, Bengué, vengan en mi auxilio -por aquello del  dolor de espalda-.

Lo bueno que sí había fórmula allá (me cae que de otra manera suici-mato a los de la tienda). Ya con paquete extra en mano, nos dirigimos a los juegos de la plaza de enfrente, estuvimos un rato y en eso, por las ventanas de la plaza, veo una mega-gigantesca-mayúscula nube cernirse sobre nuestras cabeza. Pues a correr, porque no creo que se divirtiera mucho Leo mojándose -y yo menos viéndolo enfermarse-.

Caray, puras excursioncitas esta semana. A ver cuándo me saco la lotería y me compro un auto híbrido -por aquello de la carísima gasolina y por la ecología-, jajaja, o mínimo una bicicleta eléctrica -ésa nada más por gusto y por la ecología-.

En el viajecito me las arreglé para tomar una foto de una curiosísima nube-arcoiris en el cielo (la pueden ver arriba).