El viernes pasado estábamos ella y yo acá en casa... Subíamos las escaleras a los cuartos cuando vi que abría y cerraba una puerta... Le pregunté para qué porque a veces lo hace para poder capturar fácil al gato (el cual se esconde en los cuartos)... Y cuando quise abrir la puerta... oh, cielos, tenía puesto el seguro...
Esto no sería trágico si no fuera porque no tenemos la llave, y, como después averiguamos, la dueña tampoco...
Total, que hice mil intentos de abrir la puerta, pero nada... Llegó Arturo y le di la 'feliz' noticia...
Total, que se tuvo que dar dos vueltas a conseguir herramientas para tratar de abrir la puerta... En la segunda vuelta, Michelle volvió a subir a los cuartos...
Yo pensé que iría al baño, pero en eso pensé '¿y por qué se oye como que golpea la puerta?'
Pues bien, cuando subí la lindísma ¡había cerrado la puerta de su cuarto!
No les quiero contar el regaño que le dimos, la de maldiciones en silencio que dijo su papá intentando abrir las puertas (como por 5 horas o más) y el relajo, total, que una puerta la pudo abrir por la buena y la otra... quedó así:
Sí, tuvo Arturo que romper la puerta y por supuesto, tendremos que comprar la chapa... De plaaaano esta niña ya necesita ir al kínder a gastar energía...
2 comentarios:
con ninos es complicado el tema de los yavines (o chapas)... pero bueno mejor comprar unos sin llave asi sera imposible cerrar ninguna puerta!
PD: pobres las maestras del kinder!!! con toda esa energia en sus aulas jajaja
k-ti-k: Y que lo digas, jejeje, pero de plano esta mujer se vio "creativa", pero bueno, ya el kínder le bajará la pila (esperooooo)...
Saludos.
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