martes, mayo 27, 2008

Esperando lo mejor



Hasta ahora, dentro de las etapas que he pasado en la forma de ver otra gente ha habido de todo: desde desconfianza preventiva (cuando no piensas mal de alguien, pero de todos modos analizas bien a la gente antes de creer en ella) hasta total y completo cinismo (cuando no importa si los conoces o no, esperas lo peor de ellos quizá por un gesto o porque 'así es la gente').

Ahora estoy en un momento en mi existencia en el que tiene algo de tiempo que quiero creer en que la gente no necesariamente quiere causarte daño a propósito y de buenas a primeras. Esto no tanto porque quiera congraciarme con la gente, porque también alguna vez creí que pensando de esta forma quizá la gente sería más amable conmigo, sino por mi propia felicidad y salud mental.

Creo, y eso que no soy muy religiosa, que esa enseñanza que tienen algunos de que perdonar a tu peor enemigo es bueno sí tiene sentido: tiene sentido en el hecho de que te libera de ese peso que tenerle rencor o esperar lo peor de la gente siempre te causa.

Así que ya no pienso que si alguien se le atraviesa al carro donde voy es porque lo hizo a propósito, si acaso en que es un inútil manejando, jajaja, pero en realidad no fue 'personal'. Tampoco creo que la mamá boba que está nada más viendo el aspecto de las demás sea maligna, simplemente es una persona que se frustra con su propia imagen y de alguna forma tiene que sacarlo, por lo que se me hace más digna de compasión que de odio. Mucho menos me parece que alguien que no escucha mis consejos es porque no aprecia mis ideas o me ignora, más bien es cuestión de si le es útil o practicable en su vida.

Creo que alimentar cosas como la desconfianza, el rencor, la preocupación por lo que piensen los demás a quien principalmente perjudica, a quien más daña día a día es a uno mismo. Entonces ¿por qué alimentar sensaciones así? ¿Por qué autodestruirse desde adentro?

Tampoco quiero que los demás piensen sobre este aspecto como yo, pero espero que quizá contando esto que estoy experimentando (y que nunca me había pasado) quizá alguien lo encuentre útil o halle su propio mecanismo para sentirse en paz con el mundo y principalmente, con ellos mismos.

No hay comentarios.: