En la última de sus columnas que pude leer de verdad que me hizo reir y además expresó exactamente lo que siento respecto a un comercial de Telmex:
No lo voy a negar, estoy francamente molesto con Telmex. De una manera atenta y respetuosa le solicité a esa empresa que agarraran al Gordo mamila de ¡Háblele! y se lo llevaran a ese rincón, el más apartado de la República, que es hasta donde llega Telmex, transportando teléfonos en un cayuco conducido por un hábil ingeniero recién bañado. Veo con pena que los de la teleaudiencia valemos queso porque el Gordo ahí sigue diciendo gansadas. Es más que posible que el adiposillo no haya cabido en el cayuco, o que lo haya tronado con todo e ingeniero. Si esto fue lo que ocurrió (...) siempre se lo pueden llevar en el dirigible de Telmex, aunque vuele muy bajito. Como sea, pero llévenselo, porfis.
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