Los últimos 5 días han sido 'murphyescos'... Es decir, regidos por la Ley de Murphy... El que más me afectó este fin de semana fue aquél de "si algo puede salir mal, saldrá" (maldito Murphy, por qué tuvo que inventar sus postulados, jejeje)...
El sábado estuvo muy bien, porque nos fuimos de vagos a Chapultepec (y llegamos nada más a dar una vuelta rápida) y aunque hubo que esperar lugar a la hora de comer causadas por la bola de gente que se le ocurre ir a las plazas comerciales los fines de semana (qué bruto, ya no me acordaba del montononal de gente que sale a tomar el aire con su familia cercana y no tan cercana) pues nos la pasamos muy bien...
Pero las dificultades iniciaron el domingo. Cuando salimos a comprar la despensa semanal se me perdió un taponcito de mis audífonos antiruido (sin el cual el audífono sirve para una m... ). Como estaba lloviendo, ya estábamos en un taxi y traímos comida perecedera pues ni modo de regresarme a buscarlo... Además, supuestamente tenía unos repuestos en casa...
Pues bien, ahí empezaron las cosas a salir mal...Voltee la casa patas para arriba (literalmente, pues saqué ropa de cajones, quité y moví cajas que tenemos arriba, saqué lo de los closets, aventé papeles y periódicos , me fijé debajo de cada mueble, etc, etc, ect.) y no encontré nada... Nada más me pasé como 5 horas en la búsqueda (sí, nada más) y nunca aparecieron...
¿Y por qué mi urgencia, dirán? Pues porque tengo un vecino enfrente que cree que vivimos en zona de antros y pone su música a las 3 de la mañana y la apaga por ahí de las 6, a un volumen que definitivamente se oye y eso que estoy como a 10 o 15 metros de su casa ... O en horas 'normales' (en la tarde-noche) a un nivel que lo escuchan hasta los astronautas de la Estación Espacial Internacional... Aparte, estaba cansada, en mis días, quería dormirme un ratito y sin eso no podía...
El punto positivo: mi marido se vio heroico y fue a intentar hablar con el vecino de qe no exagerara en su volumen porque yo estaba al punto de la migraña por cansancio... Pero pues el tipo nada más le cerró la puerta y se siguió con su ruido... ¡pero a poco no es bello mi marido!
Total, ya no me dormí porque pues al menos el fin de semana no encontré las chunches esas... Porque tuve que medio reordenar el tiradero y pues me tomó 4 horitas...
El lunes, por supuesto, aún había tiradero tanto del fin de semana (el 'normal, trastes sucios, piso sin barrer ni trapear, camas deshechas, ropa sin lavar) más el añadido por mí el fin de semana...
Además, mi nivel de energía estaba, en la escala del 1 al 10, en -4... Así que por ahí de las 6 de la tarde llevaba apenas como el 60 por ciento de los pendientes... Martes y miércoles por ahí estuvo también la cosa... Sentía que me movía en plomo derretido, vaya, ni mis cuatro tazas de café diarias me hicieron efecto, jejeje...
Aparte... ¡Qué bonito clima el de esta semana! Lluvia, lluvia, lluvia... Le tuve que hacer de 'guardiana de la ropa' porque la tendía cuando había sol, la metía cuando ya iba a llover, si volvía a haber sol la volvía a sacar, tenía que acomodarla en la zona donde más tiempo hubiera calorcito del sol y lavar sólo la prioritaria... O sea, me cae que qué despapaye y sólo para que hubiera ropa limpia y seca...
Ya hoy por fin se secó toda la ropa (bueno, excepto 5 cosas) y ya pude terminar cosas de más detalle...
Una cosa padre que me ayudó a medio sobrellevar la semana fue el cumpleaños de mi mareado el martes (ah, pero de eso hablo en un post aparte)...
Lo que es definitivo es que mantener una casa marchando no es para cualquier señora de Polanco (me cae que ni enderezar un libro medio salido del librero han de saber)... Se necesita vencer el cansancio, la rutina y el hecho de que acaba un día y ya se comienza a acumular de nuevo el deastre... Sí, es bien motivante como se imaginarán... Pero como siempre, mi motor es que Michelle tenga un lugar estable donde vivir y estar a gusto y Arturo se concentre más en la chamba y terminar su maestría que en si todo está hecho un desastre acá... Y aún así me ayuda en las dos o tres horas que está acá despierto (el resto es dormir, como 5 horas)...
¡Ah, la bella y tranquila vida hogareña! Jajaja...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario