De veras que es curioso cómo todas las personas nos concentramos más bien en lo que no tenemos que en lo que sí tenemos...
A veces, sólo a veces, creo que hay que tratar de recordar qué cosas buenas nos rodean, las cercanas, las no tan cercanas y las que ofrecen oportunidad...
En mi caso, tengo a dos loquitos como yo que me acompañan por la vida y me la hacen más llevadera (mi marido y mi hija, pues)... Ella, creciendo cada vez más y cada día más bella y lista (sí, sueno a mamá cuervo, pero si no fuera así como digo entonces estaría preocupada) y mi marido que sigue en la búsqueda de crecer y de lograr lo mejor para ella y para mí, que me quiere exactamente como soy, que me sorprende muchas veces con las cosas buenas que tiene (aunque a veces creo que sin querer enfatizo más las que no me gustan).
También tengo un techo sobre mi cabeza, medios de entretenerme y de que mi cerebro no se atrofie vilmente como le pasa a muchas mujeres (libros, música, amigos estimulantes).
No soy rica, pero tampoco estoy, como acabo de leer, en una situación como la de una mujer que vive en casa de lámina y cartón, no tiene agua, electricidad, drenaje... Vive a 2 horas del poblado más cercano y su comida la conserva en hieleras. Vaya, realmente podría estar peor.
Además, mucha gente ha dejado en mi vida cosas buenas, incluso personas de las que no esperaba lo hicieran, y quienes dejaron cosas no tan positivas al menos me enseñaron a apreciar lo que sí es bueno para mí y a valorarme un poco más...
Creo además que como persona sé que no soy perfecta, pero ahgo lo mejor posible y estoy aprendiendo a perdonarme los errores y mejor corregirlos en la medida de lo necesario...
En fin, que también ya no me siento como antes, aislada del mundo, ya me siento más en un punto en la vida en el que puedo sacarle el provecho que yo quiera con esfuerzo, pero al fin y al cabo ahí está el potencial...
Así que por eso casi tengo todo lo que quiero... Lo demás no creo que esté tan lejos de conseguirlo... :)
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