Ver a Michelle con Leonardo es una experiencia curiosa. Uno parece una versión pequeña de la otra. Mientras que Michelle ya sabe hacer muchas cosas (una de ellas sacarnos canas verdes), Leonardo parece estar absorbiendo todo lo que puede de su alrededor y en general es una cosita indefensa en desarrollo.
Uno como mamá no puede creer que alguna vez esa niña que corre, grita, salta, se viste sola, platica, sonríe y ríe, a la que no le para la boca era antes una cosita pequeña, sin pelo, rosada, tierna, que no podía hacer nada por sí misma.
Pero con Leonardo tengo una especie de 'replay' que me ayuda a recordar cómo era ella, que me da cierta nostalgia de verla así tan grande y al mismo tiempo felicidad de ver que va creciendo y siendo cada vez más independiente.
Al mismo tiempo Michelle me permite ver cómo será Leonardo en gestos, en aspecto general, cómo serán sus ojos, su forma de cara, su complexión, porque Michelle y él son casi gemelos 'desfasados': una le lleva 4 años y 9 meses al otro, pero viendo sus fotos y videos son extremadamente parecidos.
¡Qué bueno que tenemos cómo 'revivir' esos momentos de Michelle y un atisbo de cómo será él cuando crezca!
Y por fin lo pude grabar riéndose. De veras que este niño tiene cosquillas hasta en el cabello. Nada más veanlo:
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