miércoles, enero 09, 2008

¡Qué comodidad!



Es impresionante que un cachorro se acomode donde caiga y ahí se pueda echar su siesta en cuestión de segundos...

De veras que qué suerte, porque la sope (o sea yo, jajaja) que la recogió en un impulso de lástima no ha parado todo el día, jajaja...

Para empezar mi "bellísimo" gato (le digo así para no decirle una palabra no precisamente elegante) estuvo mega inquieto desde que se dio cuenta que había, ¡oh, catástrofe!, un perro en la casa.

Como duerme a nuestros pies, le dejé la puerta del cuarto entreabierta. Gran error... La perrita durmió abajo, en una carriola de juguete de Michelle y el gato por supuesto la olió toda la noche y toda la noche nos estuvo 'avisando' a brincos que estaba ahí... Liiiindo...

Así, dormí 6 malas horas anoche...Cuando necesito mínimo nueve o me siento como golpeada... Pero pensé 'cuando se vaya Michelle a la escuela duermo dos horas'. Craso error... Como si los 4 o 5 meses de construcción y polvo en la casa que está a la izquierda de donde vivo no fueran suficientes, ahora en la casa de la derecha también están cosntruyendo y golpeando y como comparto una gran pared, por supuesto, no pude dormir. :(

Luego, entre limpiar el patio de atrás, poner periódicos, limpiar las 'cositas' que hizo mientras limpiaba el patio y darle de comer me pasé un rato de la mañana. En ir arriba y descubrir que el maldito gato se vomitó en dos de mis cobijas y ensució un poco el colchón y tener que limpiarlo, otro rato. En hacer dos veces comida (porque la primera carne que puse a cocer me parece que no soportó la congelada-descongelada) otro rato.

Total, que compensar no he podido, pero ¡quéee satisfactorio es ver que otros descansan! (nótese la ironía)...

No hay comentarios.: