martes, abril 12, 2011

Maternidad "colectiva"

Mother And ChildImage by Big Grey Mare via FlickrPor alguna extraña razón, desde el momento en que una mujer dice "estoy embarazada" parece que le estás diciendo al mundo entero: "Hola, soy Fulanita de Tal, nueva mamá y quiero que te metas en mi vida".

Tal vez las palabras que acabo de poner sean muy duras, tal vez algunas personas tengan buenas intenciones al darte su opinión sobre todo lo que tiene que ver con tu nuevo estatus, pero en definitiva es muy extraño que en general (no sé si en todos los países, en México al menos sí) la gente reaccione con todo tipo de consejos que muchas veces no paran hasta que tus hijos vuelan del nido.

En estos casos no se toma en cuenta que la experiencia individual de cada mujer como madre (y también de cada hombre como padre) es muy distinta a la que pueda tener otra persona, empezando porque la personalidad e ideas de quienes van a ser padre y madre son únicos porque sus experiencias son únicas.

Igualmente, cada hijo (incluso hermanos gemelos) es único. Desde muy pequeños se manifiesta su personalidad, sus gustos, sus manías.

Por esas razones, aunque las opiniones y consejos son bien intencionados, al momento de aplicarlos a veces la "teoría" no es muy útil. Aunque te digan, por poner un ejemplo, "pues báñalos con te de lechuga" (para que se duerman temprano) a veces no funciona. En este caso, dependiendo de la dinámica de cada familia es como se debe generar una rutina para que los niños vayan teniendo horarios regulares.

Y aquí estamos hablando de UN caso "sencillo". No digamos cuando se trata de asuntos más importantes, como la forma que se puede lograr que los niños te presten atención, hagan caso a tus indicaciones, realicen sus labores en casa y en la escuela, etc. Hay tantos caminos y consejos como arena en el mar, pero muchas veces hay que recurrir, desgraciadamente, a tratar de tomar lo que mejor acomoda al niño/a y a la madre o padre que aplicará la medida.

Por eso no entiendo por qué de repente se dan las miradas reprobadoras, los juicios de valor y demás formas de crítica (velada o abierta) hacia la forma de ser madre o padre de una persona. Obviamente no estoy diciendo que hay que dejar que los niños crezcan como quieran ni que no haya actitudes que no son aceptables en un padre o madre (la violencia, por ejemplo), pero sí estoy diciendo que la situación no es la misma vista "desde la barrera" que si uno participa de la rutina de esa familia. No es fácil.

Un ejemplo muy reciente estuvo en este programa de Discovery Home & Health, "Mamás sin manual" (divertido, la verdad) donde un pariente o amigo de una particular mamá acepta el reto de por 48 horas ser quien se encargue de los niños y trate de aplicar sus "teorías" de cómo ser una mejor madre:



Como el programa lo muestra, no es lo mismo decir que las cosas deben ser de x forma que aplicarlas. Una, como madre, de verdad que quisiera tener una computadora en lugar de cerebro que, cual Terminator (disculpen el símil, pero es el que me viene a la mente y me parece que mejor se acomoda) te diga "estás en tal situación, tienes que decir/hacer tal cosa". Pero no es tan sencillo. Haces lo mejor posible, con los recursos que tienes. En el camino quizá te equivoques, luego tratas de corregir o de autoeducarte a tratar de hacer las cosas mejor, pero la perfección no existe.

Ojalá se entendiera que aunque a veces una familia no sea perfectas, hay quienes se esfuerzan por hacer que las cosas funcionen (con sus recursos quizá limitados), se ofreciera un consejo sin juicios cuando es solicitado y se entendiera que en cuestiones humanas no hay fórmulas perfectas porque no hay seres humanos perfectos.
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